domingo, 6 de abril de 2008

El último tango en París

Borrachera de ausencias

escúchame mar
estoy ya muy cansada de tus huidas
que la noche te trague en un viaje
en un viaje diseñado
a tus perfectas medidas sempiternas.
estoy agotada cuando me sigues
si me tumbo en el suelo sólo quiero
fundirme
en la horizontalidad de los sueños

nacer
nacer tan sólo para morir a tu lado.
dónde estás
noche que te busco entre los brazos
dónde estás.
*

3 comentarios:

Álvaro dijo...

El mar siempre escucha la poesía de una niña perdida.

El horizonte solo entiende de huidas y de caricias rotas. El silencio perfecto de lo ajeno.

Las olas lloran...espuma...arena...y la torre nos recuerda que somos diminutos como una flor de azahar.

Precioso blog, Laurilla.

Álvaro.

Julio Castelló dijo...

Fantástico paseo por tus luces y tus sombras.

tournesols dijo...

¡Alvarito!
Ya estás estrenando ese papel blanco de tu blog, que te voy a meter en los enlaces de La maraña.
Muchas gracias por todo :)

*

Julio
¿Estuviste en París alguna vez? Allá todo son luces y sombras. Luces y sombras de un sueño.