domingo, 12 de mayo de 2013

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La membrana brillante que fulgura y, debajo, la realidad sangrienta como una entraña.

 Birgitta Trotzig


la piel sobre la ropa destilando 
el baile de los otros siempre 

 de los otros, no mi cuerpo no 
mi desmayo mi sangre mis pasos no 

 el pliegue de la ternura 
hasta cuándo inofensivo 

 *