domingo, 12 de octubre de 2014

1988

Clareaba un nuevo día, y antes de proseguir nuestro viaje a los mosaicos estuvimos un rato allí tumbados todos juntos en la hierba empapada de la pradera bajo el firmamento estrellado de mediados de mayo con las copas apoyadas sobre el vientre y las pinzas de un cangrejo invisible pellizcándonos por dentro, arriba y abajo, contemplando el espectáculo del tranquilo amanecer de la orilla del lago en calma, bastante ebrios, extenuados, con una especie de melancolía danzando en la boca del estómago, y también eufóricos por lo bien que había resultado todo, sin un solo fallo, perfecto, todos coincidimos en que había merecido la pena. 
La luz es como muselina estrujada. 
[...]

Técnicas de iluminación. Eloy Tizón





Esperamos el sonido del silencio,
La electricidad de la noche turquesa
Lo leve, la raíz cuadrada del sueño.
El temblor, su campo magnético salado
que golpea al viento, a la luz.

Hilvanamos el mapa o el espejo 
En el cuerpo del otro.

Sin miedo a las estructuras ni al paisaje.
Sin miedo a la carne ni a la simetría.

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