domingo, 4 de octubre de 2015

Venecia

(...)
Sólo un tercio de Venecia es urbe.
El resto es mascarón, bajel fantasma
bogando manso contra el hundimiento.
Palacios por caer, raídas casas,
los patios anegados de achicoria,
las puertas carcomidas por debajo,
el cenegal que lega la marea,
el chapapote bajo el cenagal,
arcángeles con lepra en las fachadas,
mármol ajado, estatuas harinosas,
mal de la piedra, mal del agua,
mal del tiempo, Venecia,
mal del hombre, mal del mar,
mal del mal, Venecia, mal de ojo.

Vicente Luis Mora (Serie, 2015)










El tiempo quieto en Venecia, los cuerpos tambaleándose.

Venecia era flotar, tantear la sal, mecer la cáscara, esperar barcos y grietas; 
todos los colores, todos los sabores. Caminar entre azules y perderse y volver atrás.
Todos los callejones, todos los puentes, todo el miedo espléndido.
Todos los peces, todas las orillas, 
adorable decadencia, 
feliz agotamiento.

Y toda la penumbra y toda la belleza reflejando.