martes, 29 de noviembre de 2011

XXX

We decided it was speed after all that could carry us.
We decided to decide.

Jorie Graham


Desperezarse contra la velocidad de las palabras. Pronuncias mientras te derramas. Hay músculos tensos como el solfeo de las páginas. Todo muy blanco, muy níveo. Hay una luz que me guiña inestablemente roja al fondo, sumergida.
Elegir. Erizarse entre las mantas de la pereza. El placer es el placer y avanza sin moverse.

*

jueves, 17 de noviembre de 2011

El día más largo

Escribo y el alcohol es un noble diamante
que me recorre y dice que soy cuerpo.

Lorenzo Plana


El día más largo del mundo duró cincuenta y dos horas de pájaro-reloj. Recuerdo que escribí al final de la mañana de terciopelo, donde las palabras se cubrían de hambre y sueño, que al fin y al cabo significaban la misma carencia líquida. El elegante desgarro de la carne y la escasez de cualquier material alegre que me/nos/vos reconstruyera en triángulos equiláteros maquetados con palillos o cerillas, me hizo prometer no volver a dialogar en tinta. Solo entonces comprendí la extensión de la noche que ya me comía deforme mientras me reía del coágulo. Y nadie pronunciaba mi cuerpo que ya no era cuerpo sino un noble diamante.

*

martes, 15 de noviembre de 2011

jueves, 3 de noviembre de 2011

Estudios sobre el secreto

[...]

no me pidas que lo explique, uno de sus lados es hollín, el otro
es sangre,
lo lamemos, mordisqueamos sin rumbo, ociosos, no tanto por
cansancio
como por ignorancia creciente -los minutos ahora espinosos-
la veta azul donde ahora escuchamos una sirena cada vez más próxima,
nuestros hombros refulgentes, nuestras espaldas grasientas
de esperanza,
revolviéndolo todo (probamos de nuevo con el libro) (probamos a
encajar las cosas unas dentro de otras
para ver cuánto espacio) ("la tierra se ha vuelto pequeña entonces
y sobre ella da saltos
el último hombre") por lo que tenemos que empezar
a pronunciar otra vez las palabras (el último hombre es más
longevo)-

te quiero, digo -pobre secreto, ¿nos necesitabas?

[...]


Jorie Graham



Escondo lo que callo en el abdomen.
Si a veces espero tu caída.
Si me arropo húmeda en la bañera.
Si pierdo la ley del movimiento.

*