¿Acaso no hago nunca nada que no sea pasear apenado por Bayswater Road?, me pregunté mientras paseaba apenado por Bayswater Road.
Muy bien: coches demoníacamente mecánicos; potentes y sólidos árboles vivos; irreales edificios lejanos; viandantes granudos de aspecto extraterrestre; Intensa Conciencia de Ser; falacia patética más un omnipresente déjà vu, angustia cósmica, miedo metafísico, un sentimiento a la vez claustrofóbico y agorafóbico, la religión del adolescente. El reverendo Northrop Frye lo llamó, con frase feliz, "bascoso presentimiento apocalíptico". [...]
¿Es quizá un sentimiento que se va debilitando poco a poco, al igual que ocurre con la sensación de que uno es un caso único? ¿O quizá algunos de nosotros nos aferramos tanto a él que no lo soltamos nunca?
El libro de Rachel. Martin Amis
Nada importa.
Estoy enamorada.
Desde 1912.
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4 comentarios:
Algún día te importarán bastante la edad de tus cartílagos, hasta entonces disfruta. Besos. L
ESTAMOS UN POCO DEJADITOS Y ABANDONADOS DE BLOG
Cierto.
Ll.
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