sábado, 4 de diciembre de 2010

El frío era qué

Yo soy, yo,
yo yacía entre vosotros, abierta-
mente, yo
era audible, os envié mi tic-tac, vuestro aliento
obedeció, soy
yo todavía
vosotros
dormid ciertamente.

Paul Celan


Yo soy y no seré y sería, no fui, yo inútil, yo en el pasado inoxidable.
Yo te llamo, te escribo siluetas afiladas, te escupo sobre la nieve salada. Por qué temblarán de miedo las agujas, los dedos, la barbilla. ¿Temblarán de frío, temblarán de muerte? Diminutas palabras descienden a través de la afonía. El frío era una boca inmensa con el estómago vacío. El frío será. A través del cuerpo no volveré. Asediada de minutos puros. Hasta la punta azulada de la lengua.


*

8 comentarios:

Pez Susurro dijo...

Me asombra tu contundencia
contigo misma.

Y la delicadeza.

Mayte dijo...

qué maravilla y qué entrada tan apropiada para estos días en los que el frío ha decidido usurpar nuestro cuerpo atravesándonos y empequeñeciéndonos. Te agrego a mi blog.

Emily dijo...

frío azul
en tus pupilas

(chocolate caliente
en el beso
para combatirlo)

Maria dijo...

El frío es tu piel mi amor. Y tus ojos cuando no estás.
:*

qué precioso.

juan bello dijo...

Yo. ¿Tú? Quién.

Evohé dijo...

Cómo me gusta esta canción...

george dijo...

(azulado)

José María Banús dijo...

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