domingo, 7 de febrero de 2010

Las uniones posibles

No es el Dios del espacio curvo,
el seco Dios quien va a ayudarnos, sino el hijo
cuya sangre salpica
en el dobladillo del vestido de su madre.


Jane Kenyon



Aunque podría arrancarme el cabello y podría prender todos los cuerpos de papel oscuro podría apagar el puñal que hierve en el estómago y la lluvia podría robarme las manos claro que quieres comértelas y relamer tus bigotes violáceos tu lengua densa en las horas tus ojos que ayunan al alba y espero los indicios muertos y mientras me muerdo los labios fuerte, sí.

*

Cottonflower


8 comentarios:

Enrique M. dijo...

Acuchillar y masturbar. Miccion purpura. Mirar estrabico.

Gracia Iglesias dijo...

Hablas de que te muerdan y muestras el cuello invitando al vampiro: ¡eres una provocadora!

juan bello dijo...

y sangras

Belidor dijo...

Ay, ese cascabel en tu cuello. Que no deje de sonar, flor (de algodón)

Maria dijo...

y entonces llegan los colmillos, y por descuido muerden lenguas ajenas.

como me gustan tus fotos ^^

Anónimo dijo...

Pufff, qué pereza.

Anónimo dijo...

Mantente en suspenso. Tú dominas los movimientos del aire, el auténtico tiempo, que también pasa, que también llega.
Y sabes lo que queremos.
Emil.

nuria ruiz de viñaspre dijo...

cascabel de gata.... igualmente exhausta

ganas de oír tu cascabel de nuevo