miércoles, 20 de agosto de 2008

1937

he de haceros saber, que ahogo cada insulto infantil
y descuidado en el vino más rojo de
mis arterias.

he de haceros saber;
-desconfiados, soldados, insoportables sabios
del dinero-
que la pobreza de mi mente y de mis
bolsillos descosidos alcanza su plenitud
cuando el cielo se duerme sobre una
tabla rasa:
la médula.




(pero,
¿por qué callar los orgasmos de este mundo?)


*

9 comentarios:

Pedro Chincoa dijo...

porque el mundo casi siempre se corre a medias..!

Hombre de arena dijo...

Coronado de amor y de amargura...

Anónimo dijo...

¡Guapa! No se olvide de mandarme su nota biográfica y una fotografía de usted (aunque en tu fotolog hay alguna que otra, lo que realmente me hace falta es la nota biográfica, que no tengo ná).

Tania dijo...

Y es que todos estamos desnudos en la cama.
Besos
Tania

Maria dijo...

porque hariamos muchos ruido ^^ aunque no estaria nada mal...

besos preciosa!

Julio Castelló dijo...

Sí, sí, lo del orgasmo colectivo, estupendo; pero desde el comienzo hasta el fin el poema ya está gritándolo... Me ha encantado. Y la foto... es exactamente el tipo de foto que ahora me interesa: sobria en su efectismo, pura luz, pura tiniebla, casi invisible.

nuria ruiz de viñaspre dijo...

Que quedo en el vino rojo de tus arterias.

Enrique M. dijo...

El orgasmico pierde la nocion del tiempo. No es de fiar.

tournesols dijo...

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(¡el mar el mar!)