La lluvia pujando fuerte contra los músculos
de una ciudad dormida.
La lluvia, que nunca
resbala, que nunca
termina de arrancarme
la piel.
Mi cerebro es agua
cosida con miedo.
Mi cerebro, mi lluvia,
mi no-ciudad.
Me muerdes el sueño.
Jamás dueles,
jamás mojas.
Desde la ciudad me lluevo como sueño.
Mis pies inseguros sobre el agua.
*
5 comentarios:
Bravo.
Si te llueves, ¿lloras?
v-a-y-a f-o-t-o
Laura eres un crack
¡¡Belleza!!
en portugués:
http://incomunidade.blogspot.com/2009/10/silencio.html
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