De acuerdo: adiós.
El cielo se caía como
cortina de peces muertos
y la lente del delirio hacía
eco de todo lo que odiamos.
Estamos embarazados
tú y yo
de una angustia pegajosa y
ni siquiera todos los pájaros
tú y yo
de una angustia pegajosa y
ni siquiera todos los pájaros
azulinos del destierro
consiguen difuminarte
de mi vientre.
Niña tonta, perdiéndome entre
el vello erizado de las aceras.
Dando patadas a las rocas
cavando a dentelladas en
la herida de lo único
que quiero.
la herida de lo único
que quiero.
~
***
12 comentarios:
Os odio.
Dejad que me arrastre
mi globo,
mi azul,
mi nada.
Dejadme de nuevo sin aire.
Ay. El texto me hiere, ahora soy un hombre-lobo.
También puedes ver que te agarramos, como raíces, puedes ver que te soplamos, que intentamos llenarte de viento.
Podrías empezar a ver que no estás sola, quiénes son los de tu alrededor. Quién eres, en los de tu alrededor.
Somos lo que nos acompaña. Compartir el pan...
Es a tí a quien odio -le dijo el hierro al imán- porque me atraes, pero no eres lo suficientemente fuerte para retenerme.
Al rio!
Pues el hierro debería saber que "ti" es un monosílabo que nunca se acentúa.
Niña tonta...
¡Niño inculto!
¡CTHULUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU!
no entiendo nada. todo suena a una conspiracion intermitente del espíritu.
eeeem....mejor le dejo hablar al nudo de todos los globos.
Un abrazo.
Por si acaso.
Álvaro
Bello, tierno, duro...
¡Menudo globo! Déjate llevar a lo alto o déjate caer. Es la indecisión lo que más dolor produce.
¿Dónde la foto? Tengo mala memoria para los puentes.
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