miércoles, 4 de junio de 2008

Reflejo del cielo en mis uñas


La fuga de una gata
la afonía del humo
la música electrónica y el rojo

gargantas quebradas
cielos doliéndose en círculos
mechones de pelo de trigo seco

horas enteras vagando
llamadas clandestinas
naranja de madrugada

anudar las lenguas
oler la sal con las manos
dormitar en el filo de la euforia

desentumecer los huesos
teñir la taza de café
estrellar la taza de café

dejar caer las persianas como párpados hasta que el resto duerma.
***

7 comentarios:

Gracia Iglesias dijo...

Hermosos párpados aquellos que se cierran para contemplar en sueños un paisaje de verdor reflejado en tus uñas.

Hugo Izarra dijo...

Hay mucha razón en eso que dices hacia el final del poema: Las ventanas de las casas son los ojos. Duermen cuando bajamos sus persianas. Lloran cuando llueve. Etecé.

Las puertas son las bocas, obviamente.

Pablo Rodríguez Burón dijo...

he dado una vuelta y me ha bgustado mucho lo que he leído
un abrazo!
:-)

grande dijo...

grande!

Anónimo dijo...

Y LA SAL RESBALA ENTRE LAS MANOS, CERRANDO PROFUNDOS JIRONES DE LUZ, SECOS Y AMARGOS COMO LA ESPERA....

nos vemos pronto, niña de luz!!!

lua

.... dijo...

Pequeña, hola¡ ^^

Quedas enlazada a la corriente... Espero que sigas escribiendo como lo haces porque me encanta... También tus fotos, ya lo sabes.

Si necesitas algo, no olvides que estoy en la puerta de enfrente.

Besos pequeñina...

Y la corriente continua¡¡ Muack

Anónimo dijo...

es lo más evocador-gráfico-vivo que te he leído... jamás?

bosque.