lunes, 25 de julio de 2011

Estamos locos o qué

Prólogo y edición: Luna Miguel
La Bella Varsovia. Octubre 2011


Selección de autores:

Alberto Acerete (1987, Zaragoza)
Cristian Alcaraz (1990, Málaga)
Bárbara Butragueño (1985, Madrid)
Laura Casielles (1986, Pola de Siero)
Ernesto Castro (1990, Madrid)
Cristina Fernández Recasens (1984, Blanes)
David Leo García (1988, Málaga)
Berta García Faet (1988, Valencia)
Javier Gato (1987, Sevilla)
Álvaro Guijarro (1990, Madrid)
Alberto Guirao (1989, Madrid)
Ruth Llana (1990, Pola de Siero)
Odile L'Autremonde (1992, Madrid)
María M. Bautista (1990, Madrid)
Constantino Molina (1985, Albacete)
Enrique Morales (1991, Almería)
Raúl E. Narbón (1987, Valencia)
Sara R. Gallardo (1989, Ponferrada)
Judit del Río. (1991, Segovia)
Marina Ramón-Borja (1989, Roquetas de Mar)
Eba Reiro (1990, Ourense)
Emily Roberts (1991, Ávila)
Laura Rosal (1988, Jerez de la Frontera)
Miguel Rual (1992, Oviedo)
María Salvador (1986, Granada)
Ángel de la Torre (1991, Lucena)
Unai Velasco (1986, Barcelona)

Algo sobre Tenían veinte años y estaban locos:

En aquel tiempo ellos tenían veinte años y estaban locos. Los había brutos, salvajes: Marina Ramón-Borja y Judit del Río, con sangre entre las piernas y los sesos dulces... Los había surrealistas: Enrique Morales, que hablaba desde el desierto, o Álvaro Guijarro, que saltaba y reía, y saltaba... Los había infantilmente crueles: Emily Roberts, Sara R. Gallardo u Odile L'Autremonde, que tenían la sonrisa de las lolitas diabólicas hablando de sus sentimientos y de sus cuerpos puros... Los había que jugaban con las palabras: Cristina Fernández Recasens y Eba Reiro, saltando juntas su particular rayuela... También había quien prefería la experiencia, la descripción exacta del momento: Alberto Acerete, Miguel Rual o Cristian Alcaraz... Quien prefería la concisión, la suavidad, el canto: Laura Rosal, Raúl E. Narbón, Bárbara Butragueño... Quien prefería el cerebro, el hablábláblá fluido y deslumbrante: David Leo García, Ernesto Castro, Ángel de la Torre... Había quien reivindicaba: Alberto Guirao... Había quien, por la palabra, se hacía superhéroe: Unai Velasco... Había quien conocía la música y, a su manera, reconstruyó lo clásico: María M. Bautista, Javier Gato... Los había, sí, que reían: Constantino Molina.... Los había, sí, que volaban: Laura Casielles, María Salvador... Los había, en este libro, que sabían construir: Ruth Llana... Y los había (en este libro, sí, sí, en este manicomio joven, lúcido y lírico) que nunca rezaban: Berta García Faet... Eran veintisiete poetas menores de veintisiete años que irrumpieron en la poesía regenerando con sus versos e invocando tiempos nuevos. Porque en este tiempo difícil para la juventud, minado por el desconcierto y la indignación, sólo la Literatura y Su Literatura pudo traer un poco de esperanza. Eran poetas. Eran hermosos. Estaban locos.

(L. M.)

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Reportaje en H MAGAZINE:





miércoles, 6 de julio de 2011

D.

Y ese incierto consuelo en el futuro cuando al fin me recuerde como ahora Mientras vivía con una certeza y el corazón se dividía en pájaros

Diego Vaya


Y a qué debería aferrarme.


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