miércoles, 21 de agosto de 2013

Sweet blue

La belleza del mundo se materializaba en mi larga pavana ofrecida al día, en la velocidad de mi caballo, en mi cráneo desplegado como una vela encarada hacia los ventiladores. 

 Amélie Nothomb. El sabotaje amoroso



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sábado, 10 de agosto de 2013

Set

EL VIAJE. EL TEMBLOR OMNIPRESENTE EN CADA MEDIO DE TRANSPORTE. EL VIAJE. LA MIGRACIÓN Y LA MIGRAÑA. EL SABORCITO A PÉRDIDA. LA BILIS CON SABORCITO A RABIA Y A QUÉPERDIDAESTOY. LIMPIO CRISTALES DE OBJETIVOS QUE NO ENFOCAN. PERO NO DEJO DE ALTERARME CON LA BELLEZA, CON LAS OJERAS, BENZODIAZEPÍNICA Y ESQUIMAL, NO DEJO DE ABRIR MUCHOS LOS OJOS, FLEXIBILIZAR LOS NERVIOS, LA CUNA SE RESUME EN CUENCA DE OJO PURO. O SUCIO. O PURO. O QUÉ. 

 A menudo la sensación de estar escribiendo la música que desconozco a través de las palabras. Maldigo la palidez del viaje. Rompería pieles o me prostituiría para conseguir la ventanilla soleada. Y adherir mi cuerpo a ella. Sábana de cristal a pesar del terror del aire acondicionado a unos veintidós grados bajo cero. Gracias Renfe. Gracias Clase Turista Plus. Gracias pequeña burguesía. Gracias ruina económica. Gracias Nina Kraviz por darme mi dosis milimétrica de desvarío auricular, inyección de cafeína o proteína o solo sexo. O solo sexo. O solo sexo. 


Es imprescindible mirar a todos a los ojos, cruzar miradas, tender hipotéticos puentes intrusos, coser ojos sin escrúpulos, ensartarlos en un collar o en una manivela. Cinco horas veloces, cinco horas-ratoncillos al borde de la risa y el llanto. Al borde de la hipnosis y la histeria. Esa era mi vida: la de todos. 

He sido feliz. Está claro. Está claro que echo de menos esa felicidad y lo único que deseo es volver a ella en bucle. 
A cuántas horas de distancia nos movemos cuando bailamos a la velocidad de una despedida. Como esas noches que pasan muy rápido, o que apenas suceden. 

Qué sabéis de la locura, qué sabéis de lo caliente. Este cansancio de modas, de seguir a los locos por llamarse locos, por prenderse fuego desde las entrañas, todo muy mediático, muy asqueroso, muy 'me dan ganas de decir adiós para siempre'.

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