sábado, 21 de junio de 2014

Ouverture

Yo tenía un amor de tacto y un amor de palabras y además otros amores periféricos. 
No me era posible concentrarme en uno solo.

Laia López Manrique


El cuerpo era una escisión: mis manos medían el tiempo en forma de idiosincrasia.
El cuerpo confirmaba la avenida de ritmos líquidos acelerando la cadencia de los pasos.
Mis pies tacitas de agua a toda velocidad bajando 
las escaleras de cristal del palacio de cristal.
Goteando su suerte en 
el reloj de arena.

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