La membrana brillante que fulgura y, debajo, la realidad sangrienta como una entraña.
Birgitta Trotzig
la piel sobre la ropa destilando
el baile de los otros siempre
de los otros, no mi cuerpo no
mi desmayo mi sangre mis pasos no
el pliegue de la ternura
hasta cuándo inofensivo
*