Digamos que mis venas solo cobran sentido a lo largo de los trenes. Digamos curiosidad, balanceo noble de lo que somos, digamos futuro estallando oxígeno metempsicosis. Estallando miles de células. O traqueotomía, o salvavidas, o “remercier”. O sigamos diciendo lo que todos. Digamos que estoy durmiendo sobre el fantasma, sobre las voces que no dicen nada. Digamos que solo sueño con pájaros huérfanos, pájaros huérfanos con el cuello roto, con la sangre caliente, con dientecitos afilados, con el vuelo a través de una partitura. Digamos 24. Digamos 24 de abril y 24 años. Elegir ser diminuta. Digamos que no creo que en la inteligencia. Elegir estallar en burbujas. 24 decíamos. Digamos que no creo en la inteligencia. Digamos que no creo.
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