desde que te fuiste de mi mar llevándote
toda la tristeza bonita
teñida de terciopelo rojo
teñida de vértigo rojo
y piensas “lo que sufre la gente…”
el jazz; el blues; el café;
el naranja despuntando en los labios
y se llueven los puntos suspensivos
como gotas de un parto adelantado.
Mi pelo en el trigo seco de tus uñas
o abrazarte desde dentro
porque está de oferta hacer poemas en
un francés despeinado.
Sin avisar, el nido se ha vuelto peligroso
para las golondrinas:
pájaros maquillados, manoseados
registran el ruido de los tacones
al chocar contra tus dientes.